lunes, 30 de marzo de 2015

DEJANDO DE FUMAR, DÍA 1

Vamos a por eso de dejar el pitillo. No es la primera vez que lo intento, y en lo que va de año, ya lo intenté una vez, con un mes de éxito. Por honradez y lógica, tengo que poner el contador a cero, y asumir que ese mes se perdió, pero... que tuvo su finalidad; ayudarme con esta intentona actual.

Bien, repaso anteriores intentonas que obviamente fracasaron... En general aguantaba de uno a tres meses sin fumar, siendo el record los 6 meses que aguanté hasta una puñetera boda y un excelente puro. O al menos a mi me pareció excelente en aquel momento. La próxima boda, que la tengo este verano, no quiero saber nada de los puros. Nada más así digno de reseñar. Simplemente me planteo dejar de fumar... hasta que un poco de tabaco se cruza en mi camino y acepto volver a consumirlo. Es decir, yo soy la que decide constantemente.

Buenos propósitos y libros de autoayuda: Por ahí me he descargado libros de cómo dejar de fumar, folletos explicativos, me he hecho una lista preciosa de motivos -me la hice este año cuando dejé de fumar el mes ese-, y he avisado a diferentes amistades de mi intención. Sinceramente, creo que todas estas cosas son ortopedia. Es decir; me parece bien cumplimentar con estos trámites, de la misma forma que está bien usar muletas, plantillas... Pero mi objetivo es dejarlo, no estar dependiendo siempre de la muleta, bastón o similar. Eso es una idea que ya antes tenía clara, y que he comprobado muchas veces en muchos ámbitos. Casi se asemeja a un pensamiento mágico: "si lo digo, la presión de grupo me ayudará a no fumar". Primero, sé positivamente -descubierto en un experimento- que yo no reacciono a la presión de grupo. Y segundo, la presión de grupo puede hacer que, como mucho, otros se conviertan en hipócritas que fuman a escondidas.
No creo que a estas alturas no haya nadie que no sepa que fumar mata. Cánceres variados, enfisemas, mutaciones del ADN, problemas cardíacos... Pregunte a un chaval en edad escolar de entre 12-16 años, y seguramente sabrá casi lo mismo que un médico. Justo a esos 16 años es cuando empiezan a fumar, cuando más saben de lo dañino que es, curiosamente. Todos sabemos lo malo que es fumar. Acumular más datos en esa linea no sirve para nada. También todos sabemos que hay gente con un físico extraordinario que no desarrolla nada. Y aunque los porcentajes son 99% jodidos 1% sin problemas, todos los fumadores asumimos que estamos en el 1% sin problemas, o bien que "de algo hay que morir". Ampliar mi cultura sobre efectos nocivos del tabaco no vendrá mal, pero poco más me pueden añadir a lo que ya sé del funcionamiento de la nicotina, y cómo afecta a nivel de acetilcolina y dopamina; alteraciones físicas que produce a corto y largo plazo.... Lo que sí creo que es importante es recordarlo, tener la información a mano. Porque yo sé bastantes cosas, pero esos datos no son los que me vienen a la mente ante un romeo y julieta en una boda, sino más bien... "jo qué aroma tiene". No pienso "tía, eres una drogadicta y te han puesto droga delante" sino "esto es la creme de la creme..." Creo que las claves son:

  • Recordar que si me fumo eso vuelvo a recaer porque sinceramente lo mío es drogadicción. Ya sé que es malo etc. Lo que tengo que recordar no son los motivos, sino que no quiero fumar.
  • No dar el coñazo al prójimo, pero sí pedir a alguien de plena confianza y juicio, que cuando me vea en la tentación, me coja 3 minutos aparte, y me recuerde que decidí dejar de chutarme nicotina al pulmón hace x, y que estoy a punto de fracasar.