martes, 10 de julio de 2012

¿Cambias o te cambian? 2

Y es en estas dudas donde te pierdes. ¿He cambiado, todo lo que me ha pasado me ha cambiado, o simplemente estoy absolutamente embobada de tanto cambio a mi alrededor y por eso voy dos marchas por detrás de cómo iba?
La respuesta a esta pregunta me imagino que dependerá mucho de la persona y las circunstancias. Y como decía en la primera parte, cada persona es un mundo. Recordaba a una compañera, y apostaba a que no había cambiado nada, y que simplemente demostraba lo cabrona que era hacia el final del máster. Es mi forma de ver las cosas, y juzgo tal vez fría y duramente, pero es que nunca he destacado por una comprensión de alma caritativa con determinadas cuestiones. Vamos, que soy bastante fría y dura.
Pero... ¿y yo misma? Porque no nos engañemos, siempre la gran incógnita somos nosotros mismos.
¿He cambiado o me han cambiado?
La duda flota en el aire. Mis amigas, después de una reunión con ellas, no han dicho nada. Supongo que si no dicen nada es porque en una cena no da tiempo a ver cambios, y porque si encima es mi cumpleaños, muestro mi cara más juerguista y amable.
Por parte de mi familia, no he notado tampoco nada. Ni mi gato siquiera ha dicho nada, y eso que es muy expresivo en maullidos.
Visto así, si ha habido cambios, o bien nadie dice nada, y creen que es por necesidades de adaptación y/o los asumen, o bien no ha habido ningún cambio importante.
Pero cada nueva situación me lleva mucha más reflexión, mucha más duda, y mucha más prudencia. Cosas que antes hubiera ventilado de forma rápida, ahora todavía quedan flotando en el ambiente, no tanto esperando a que me decida, sino más bien asumiendo que mi decisión es no tener ninguna decisión concluyente.
Y no es que haya perdido fuerza en las respuestas, puesto que sigo siendo desagradable cuando es necesario. Simplemente no veo claro cuando es necesario, ni tampoco veo esos momento claros de juerga y felicidad. Eso, o es un cambio en mi, o bien es un momento de crisis que pasará. En cualquier caso, el tiempo será el que me diga si cambio o no, o si me han cambiado.

¿Cambias o te cambian? 1

La vida no es dura, es simplemente como nosotros decidimos afrontarla. Aquí ando, con ordenador nuevo, y frita porque aunque sea un mac y sea tirado pasar los datos de un ordenador a otro, configurarlo etc. no me gusta dedicar tanto tiempo a los ordenadores. Cualquier otra persona estaría encantada de poder disfrutar de un nuevo aparato, yo ando amargada.
Lo único que se salva es que la pantalla es tan enorme que ya no necesito ni encorvarme para verla ni acercarme, y puedo estar cómodamente estirada tecleando sin agobios. Eso y las correcciones de mis errores tipográficos, que por lo que he podido comprobar no están nada mal.
Pero todo esto no quita el curro que me espera, y el que me he quitado ya de sincronizar el mac con el móvil. 
Veremos cómo encaro hoy la tesis y demás cosas que tengo pendientes. Lo que sí se debe decir es que aunque pueda parecer una tontería, muchos cambios a la vez te pueden trastocar. En un periodo te tiempo muy corto de tiempo me han pasado muchas cosas... Y eso hace que siga siendo igual de amargada, claro, o igual de optimista, pero con algo más de filosofía.
¿Sigo siendo la misma persona que hace un año o he cambiado?
  • He dejado de protestar por los móviles, y hace cosa de dos meses (si llega) me compré un sony-ericson xperia arc, pasando de renegar del whatsapp y demás aplicaciones a hacer uso de ellas. Que nadie se confunda, no me he vuelto adicta. 
  • He dejado de defender portátiles, y me he pasado a un Imac de 27 pulgadas, que mi espalda y mis ojos ya agradecen como agua de mayo frente al Ibook protohistórico de 13 pulgadas.
  • He dejado un máster cuasi-terminado, falta la tesis, que me queda para todo este verano.
  • Sigo buscando trabajo, pero con ciertas esperanzas frente a lo que tenía antes, que era pura desolación y desesperación.
  • Tengo una colaboración en un disco de música, sigo estando en el grupo de folk, y tengo que trabajar bastantes cosas. Vamos, que puede que ahora con tiempo, tenga una etapa de estudio y creatividad.
  • He pasado de andar de solterona feliz a tener un novio cercano, a que se me quede el novio a 450 km...
  • Y en este último año he pasado de cobrar mi sueldo (paro) a depender  de la familia hasta para la comida si no me mandaban dinero, a volver a casa y no necesitar dinero a no ser que salga a comprar algo.

Hay más cosas que han cambiado, claro está. Y la mayoría de las que cuento han ocurrido en los últimos 6 meses o menos. Si estos cambios hubieran sido escalonados y en más tiempo, no me hubiera ni dado cuenta. El ordenador me lo pedía la vista y el cuerpo para la tesis, pero me molesta porque todavía ando estudiando el móvil nuevo, y al volver a casa tengo que ocuparme de todo el sistemas windows de la familia. Es un ejemplo, pero lo mismo se puede aplicar al resto de cosas. Y falta todavía la entrada de un nuevo violín, un stroh. Para terminar de añadir cosillas.
¿Se sigue siendo la misma persona después de tantas cosas, o se cambia? Durante el máster tuve una compañera que cuando empezó me dio una imagen, y al terminar me dio otra diferente totalmente. ¿Sería que, como a mi, se le acumularon las cosas, o por el contrario, simplemente supo disimular lo zorra que era? Yo no lo sé, apuesto por la segunda opción, pero nunca puedes jurarlo.
Creo que básicamente sigo siendo la misma persona, con algunas tecnologías más bajo sus dedos, y algunos conocimientos más incrustados en las neuronas. Pero la duda queda flotando en el aire, porque frente a las situaciones que se me plantean, antes tenía mucho más claro qué hacer, y ahora dudo entre varias opciones... Al menos durante unos segundos.
CONTINUARÁ