martes, 1 de mayo de 2012

El criterio

El criterio, si señores, ese gran desconocido entre las personas. Alguno con suerte se acordará de una obra con ese título, de un señor llamado Jaime Balmes. Nada, ese señor no tenía ni idea. Yo, que sigo fielmente ese libro (con alguna excepción en su razonamiento por trasnochada, que no por ser mala indicación), acabo de descubrir el nuevo criterio.
Si, esto es gracias al trabajo en grupo que estoy haciendo, donde como impera la democracia en vez de el rigor científico, pues los criterios a seguir son notablemente diferentes a lo que Balmes y otros sesudos intelectuales piensan. Pero no se preocupen, enseguida les pongo al día, para que todo el mundo disfrute igual que yo:

1. Criterios en cuestiones legales:

  • Si entre las tres no hemos encontrado nada, es que no existe. (No hemos encontrado nada de legislación, pero se puede aplicar a cualquier ámbito, como a la cura del cáncer. Pá qué descuernarse... Si lo han buscado ya muchos científicos y no lo han encontrado, es que no existe).
  • Si esta ley que he buscado para hacer el trabajo no es la correcta, no pasa nada. Como tampoco se contradice con la que es correcta, es válida. (Cojonudo, a mi que me juzguen siempre por el código civil, que como no contradice al penal, no pasa nada, sólo que me tocan menos años de cárcel. Espera, mejor por las ordenanzas municipales de urbanismo, así no hay delito.)
  • El juez que dirige el caso me va a decir a mi lo que tengo que hacer... (No, te dirá cuanto es la multa por desacato y cuanto de cárcel te ha salido en el bombo, y no te volverá a llamar. Pero lo que tienes que hacer no te lo va a decir, rica)


2. Criterios de búsqueda de información científica:


  • Si entre las tres no hemos encontrado nada, es que no existe. (Ver arriba)
  • He preguntado en dos foros y en yahoo respuestas, y me han dicho que la solución al trabajo de máster es esta. (Joder, pues a mi el portero de la casa de veraneo me ha dicho que se hace asá, y me inspira mucha confianza).


3. Criterios para realizar una prueba científica:

- Si hacemos como dices (coger muestras del sitio x, de alrededor del sitio x, y un poco más lejos del sitio x), puede que nos dé que toda la tierra está contaminada...
- Si, claro. En ese caso significa que la prueba no es concluyente, y que científicamente no se puede afirmar ni si ni no. Porque la contaminación está en el punto x, pero como también está alrededor, no se puede afirmar que en ese punto específico haya habido esa contaminación.
- No... Eso significa que no sabemos hacer un peritaje, así que mejor sólo cogemos tierra del punto exacto, y si da positivo, es si, y si da negativo, es no.

4. Criterios para descartar un argumento:

  • Me estás chillando, y me molesta mucho que me chilles, además de ofenderme y menoscabar mi dignidad. (Como comprenderán, después de todo lo de arriba, no estaba chillando, estaba alucinando ante la verdad revelada. ¿Yo chillar? ¿Para qué?).
  • Me da igual lo que digas tu, el profesor, el juez y la policía. No tenéis ni idea. La forma correcta es la mía, y como no se ajusta, lo que hacemos es una castaña que no vale para nada. (Claro, claro... Dios, perdona si te he ofendido, es que no te había reconocido materializado en la forma humana de compañera de máster).
  • De todas formas, para que te quedes tranquila, vamos a preguntarle al becario del profesor, que ése seguro que sabe. (O no sabe, o no se acuerda, o no viene media hora antes de la práctica, o se descojona de tí a la puta cara... Casi prefiero echarlo a cara o cruz. Y si sale de canto, es que realmente no hay que hacer la prueba, y mejor nos vamos a casa)

Mi cosuelo: que voy de oyente, y me he pedido el papel de fotógrafo y video para documentar el proceso. El profesor pensará que soy subnormal, pero no me evaluará ni me verá hacer el gilipollas.
Mi maldición: que luego hay que redactar el informe y que el profesor es mi director de tesis.
Mi venganza: que como sigan haciendo el chorra hablaré con el profe, le enseñaré estas perlas documentadas en mails (y muchas más que son anecdóticas, derivadas de estos razonamientos sesudos) y le entregaré aparte un informe, explicándole que lo hago para que no piense que soy subnormal.

LECCIÓN DE ORO: No creo que vuelva a tener que hacer trabajos de grupo (eso no hay en el doctorado, ¿no?), pero si un profesor me vuelve a endiñar semejante mierda para acortar el nº de trabajos a leer, o con la excusa de que hay que aprender a trabajar en grupo, lo tengo claro. SÓLO TRABAJO EN GRUPO SI ÉSTE TIENE UN COORDINADOR AJENO A ÉL, QUE SE ENCARGA DE ASIGNAR TAREAS, RESOLVER DUDAS Y DIRIMIR CONFLICTOS. PORQUE SI NO EXISTE ESA PERSONA CON ESAS FUNCIONES, ME NIEGO ROTUNDAMENTE PORQUE ES INEFECTIVO 100%.



Gritos

Veamos la situación desde mi punto de vista, porque no tengo otros. Pero antes de nada, decir que siempre digo lo que pienso, sea para bien o para mal. Siempre lo he hecho, y no sé quedarme callada. Que nadie lo confunda con sinceridad descarnada (a veces puede serlo), sino con exponer mi punto de vista. No suelo hablar gratuitamente, si digo algo es porque tengo pruebas de lo que digo, o bien tengo argumentos para defenderlo.
Bien, trabajo de grupo ayer. Se plantea un caso que hay que solucionar, da igual la materia. De repente digo que el planteamiento me parece incorrecto. Si va a haber un juez por medio, creo que no va a autorizar lo que dicen mis compañeras. Una de ellas me había llamado la noche anterior para saber mi opinión, y le dije que tranquila, que de entrada pensaba como ella, pero que ya se vería. Total, que con el análisis de la mañana, veía que no era correcto. Se lo intento explicar. Mirada de reproche, alucinada, y su argumento final: me estás gritando.
Cierro el pico, le doy la razón en todo. Quedo en mandar un mail al profesor para solucionar algunas dudas, entre las que cuelo dignamente la mía. Les envío el mail por si quieren añadir algo, corregir algo... Sin respuesta. Mando el mail al profesor. Recibo la respuesta, que confirma lo que yo había expuesto esa mañana. Según lo recibo (20:15) lo re-envío (20:21). Y me siento a esperar.
Me veo un capítulo de Eureka, la peli de idiocracia... Y a las 23:32 recibo mail de la compañera que me acusa de gritar: Estas despierta??????
Hasta hoy. No contesté, ni lo voy a hacer. Sé lo que me dirá: que el ejercicio le parece una castaña bla, bla, bla...
- Bien. Es tu opinión, me parece bien.
- ¿Qué hacemos?
- No sé. Lo que tenía que decir, ya lo dije.
De la otra chica del grupo, a la que miré buscando apoyo, no sé nada. Lo mismo se han llamado entre ellas y prescinden de mi. Bueno, es una posibilidad. Me la sopla. A fin de cuentas, yo voy de oyente, que es lo cachondo del tema.
No quiero parecer insensible, pero chorradas de vieja que se pasa de listilla las justas. La señora en cuestión tiene 46 años, y a esas edades hay que plantearse que lo que te dicen puede estar fundado en algo, y que los gritos, si es que los hay, no indican más que nerviosismo, y eso si llega en una persona que siempre le tienes que decir que hable más bajito. Y sobre todo, si tu argumento para desbancarme es que chillo, cojonudo. Ya me quedo callada. Como una muerta, vamos.
Y no se lo pierdan, porque es la que mejor nota está teniendo en el máster. Me alegro por ella, pero el "primo" yo ya lo he hecho sobradamente. Ahora que se apañe. Y la otra chica, que aprenda a ejercer su derecho a opinar. Pero que se vayan a tocar los cojones a otra parte.