martes, 14 de diciembre de 2010

¿LOGSE O ESTUPIDEZ?

Me queda la duda de a qué se debe la mala educación que últimamente percibo de forma más hiriente. Ojo, la culpa es compartida, porque yo lo he tolerado demasiado tiempo, pero si hoy se cumplen unas predicciones mías de llamadas telefónicas, voy a empezar a administrar un poco de buena educación a tanto asno suelto.
Me explico, que dicho todo así suena muy bien. Detesto una serie de comportamientos que veo que cada vez se repiten con más frecuencia:
- Esos saludos tipo "que tal te va, cacho puta" etc.
- Esas confianzas de indagar el "por qué no puedes quedar para ir de juerga". O a lo que sea.
- Esas tomas de confianza excesiva tipo "tu casa es mi casa", "tu puedes hacerlo mejor que nadie" y "solo puedo confiar en tí".

En cuanto a los saludos, una vez pasada la edad del pavo, y con un poco de calma en las hormonas y ánimos, no te dedicas a saludar a nadie de esas formas. Ni "qué pasa tronco", ni "hola zorrón", ni nada similar. Un simple hola, buenas, o un me alegro de verte son suficientemente efusivos, agradables y nadie te mira cuando los dices. Mis ganas de romper moldes de forma tonta ya han pasado. Si tengo que pelearme por algo, prefiero que sea por algo productivo, y no por tonterías. Si estas cosas me las dice alguien con menos de 25 años, no me ofendo. Si tiene más de 30 simplemente se me ha vuelto intolerable. (¿Será porque ya tengo 31?)

Las preguntas de por qué... Esas las detesto. Tampoco ha ayudado mucho tener una madre inquisitiva hasta el paroxismo, pero bueno. Si yo digo, "no puedo", es eso mismo. Pedirme justificaciones es dudar de mi palabra. Si es un amigo y espera recibirlas en base a nuestra amistad, ya llegarán (si es que tienen que llegar) cuando juzgue yo que sea el momento oportuno. Lo que no puede ser es que todo tenga que ser explicado. Si no te gusta, llama a otra persona. Las explicaciones creo (modestamente) que se deben dar cuando te has comprometido a algo y no lo has cumplido. Pero cuando no hay compromiso de ninguna clase, ¿a qué viene indagar tanto?

Por último, vamos a por esas tomas de confianza, en las que la gente te considera digna de ser depositaria de una fe absoluta, o digna de compartir intimidades y propiedades. Hay personas que no me desagrada que me consideren digna de tal consideración, pero en el caso de otros, es simplemente una excusa para disponer de todo, ya sea tu casa, tu tiempo, o tu trabajo. Ni mi casa es tuya, ni la tuya mía. Cada uno tiene lo que tiene, y si esto es así de comunal, vienes tu primero a limpiar mi casa, que yo no me he tomado esa libertad nunca. Si nadie puede hacerlo mejor que yo, págame, porque al menos me mereceré ese reconocimiento por los servicios prestados. Y si sólo puedes confiar en mi, mal lo llevas en esta vida, que ni de ti mismo te puedes fiar. No nos engañemos, el jeta de turno se aprovecha de lo que evoca para sacar tajada.

Mi última duda es saber si estos comportamientos vienen a través de la LOGSE, o simplemente hay mucho estúpido suelto. O listillo, según como se mire. Esta reflexión viene porque hoy espero (y ojalá me confunda y esto sea tiempo perdido frente al teclado) dos llamadas de teléfono. La primera empezará con el insulto. Había pensado en ciscarme en sus muertos, a ver si pillaba lo desagradable que es que te saluden así, pero he decidido que tampoco procede. Le diré que si vuelve a saludarme como un asno, simplemente colgaré el teléfono porque si quiero oír insultos, me dedico a la política. Luego me dirá que quiere quedar para ir de chufla, y le diré que no puedo. ¿Y por qué? Había pensado decirla que porque tengo mucho trabajo limpiándome las pelotillas del ombligo. (La frase no es mía, desgraciadamente). Pero creo que tampoco procede. Que estoy muy ocupada. ¿Y qué tienes que hacer? Muchas cosas, pero no tengo por qué darte detalles de ellas, a no ser que esto sea una interrogación policial. ¿O es que tan poco de fiar soy que necesitas explicaciones minuciosas?

La otra llamada es para preguntar a ver qué haría yo en el lugar de otra persona... Tema ya manido, cansino, aburrido y tedioso. No entraré en detalles. Había pensado en decirla a la susodicha que se tirara por la ventana, porque si ella no sabe solucionar sus problemas, pues el suicidio es una forma de acabar con ellos. Claro, que, como mis anteriores pensamientos, no procede. Así que le diré que ella decide, y ella tiene que saber lo que quiere hacer. Yo sé lo que yo quiero, y procuro moverme en esa dirección, pero que su vida está bajo su responsabilidad. Así que debe sentarse a meditar, ella sola, y mirar los pros y contras. Que yo no juzgo a las personas, y que cuando alguien toma una decisión sus motivos tendrá.

Estas dos llamadas me hacen darme cuenta del infantilismo/hedonismo que hay suelto. Como si yo no tuviera más preocupación que ir de fiesta y resolver problemas ajenos. Ni estudié psiquiatría, ni relaciones públicas. Cuando quiera consagrar mi vida a estos temas sesudos de fiestas/problemas ajenos, emprenderé esas carreras. Mientras tanto, seguiré disfrutando de Bach, cursillos variados, y mirando cosas de mis profesiones.

Más vale ponerse una vez colorada que 101 amarilla. Ya me lo advirtieron en este blog antes, y ha llegado la hora del colorao.

2 comentarios:

  1. Je je je... creo que era verde, no amarilla ;D
    ¡Uys!, yo te iba a preguntar la hora, pero mejor que no...

    Ahora en serio. Lo de saludarme así no lo han hecho nunca, pero los interrogatorios sí y siempre me han dejado perpleja porque a mí no se me ocurre hacerlo, ni por mucha confianza que tenga. Vamos, que ni lo pienso.

    Respecto a pedirme consejo, sí, lo hacen, ¿y sabes una cosa? ¡Siempre hacen lo contrario! Conque ahora suelto la primera tontería que se me pase por la cabeza y ahí la dejo, con unos ojos como platos y comiéndose el coco, ¡juas!

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  2. Pues esos saludos están a la orden del día entre algunos chavalitos y no tan chavalitos. Tuvo suerte la tipa esta vez y me saludó con un hola bonita, pero vamos, seguro que algún día lo repite, porque está a la orden del día.
    Mi predicción de indagaciones no es que fallara, es que me dijo para quedar y justo tenía una comida ese día. Se lo dije y que viniera. Obviamente mandato de irse a la mierda, que a mi no me gusta enlazar una con otra, son fiestas, y puedo acabar en la cama muy enferma si me dedico a comer y cenar constantemente a lo bestia.
    En cuanto a los consejos, sí que me pidieron, y lo que dices es lo que yo hago a veces, pero tampoco te creas que me deja muy feliz. Cuando la persona es seria, obviamente digo lo que pienso, porque entiendo que aunque luego haga lo contrario, sus motivos tendrá. En el caso particular que me ha tocado, es un tema ya muy viejo, que viene de 7 meses atrás, y que "huele". 7 meses con el mismo problema es para considerar darle una patada, y decidir que el tiempo invertido ha sido tiempo perdido, creo yo. Lo gracioso es que otra amiga metida en el ajo me ha dicho que explicarle las cosas es predicar en el desierto porque no quiere abandonar el tema.
    - Ya lo sé, y precisamente por eso le digo lo que hay. Porque si yo estuviera tan cegada me gustaría que alguien me intentara abrir los ojos.
    Y es que lo triste de esta sociedad es que estamos rodeados de infantiles, hedonistas y caraduras. Ninguna de las personas en las que estaba pensando al escribir esto es capaz de dejar de pensar en ellos mismos, hacer un sacrificio real de tiempo por alguien, obrar con un mínimo de autoestima, o simplemente darse cuenta de que a veces el colectivo de gente es más importante que el individuo particular. Eso es lo que realmente me saca de mis casillas. Los ejemplos son lo de menos. Me pone exactamente igual de nerviosa el individuo que se jacta de defraudar a hacienda constantemente, porque por su culpa los demás pagamos más.
    - ¿Y es que tu no lo haces?- Pregunta todo el mundo.
    - Pues no. Obviamente yo no meto en patrimonio mis violines, porque entonces tengo que venderlos para poder pagarles. Pero ahí acabó todo. En dinero negro he cobrado alguna vez, y más por necesidad que por gusto. De hecho, he mandado a freír monas un trabajo que consistía en eso, en cobrar en negro, porque no me parece serio, sobre todo si me conocen. Podrían hacerme un contrato de 15 días, aunque trabaje durante dos meses. Ni eso.
    Y así con todo. Es gente que siguen a pies juntillas "el fin justifica los medios" y "ojos que no ven, corazón que no siente", de forma maquiavélica, para salirse siempre con la suya. Chica, y a mi eso me cansa muchísimo. Primero porque no comulgo con ello, y segundo, porque si se lo hacen a otros, tarde o temprano me lo harán a mi. :-(

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