jueves, 2 de abril de 2015

DEJANDO DE FUMAR: DÍA 4

Y sigo con mi intento de dejar de fumar. Ya llevo casi cinco días. He tenido cinco días con altibajos de humor, pero razonables. La cuestión es entretenerse en algo, y cuando te vienen mal dadas -como ha sido hoy- recordar que encender un pitillo no soluciona nada. Vamos a por esa forma de engaño, que creo que es de las peores.

"Fumar me alivia la tensión, me hace enfocar mejor los problemas..." 

Creo que todos los fumadores hemos dicho cosas así alguna vez, y convencidos de lo que decíamos. Los médicos ya han demostrado que a priori no es así, ni es tan efectivo ni nada. Pero no me interesan los datos médicos. Si un dato médico fuera suficiente para dejar de fumar, con recordar que entre el 80-90% de los cánceres de pulmón se dan entre fumadores, problema solucionado. Con leer una advertencia de la cajetilla sería suficiente.

La cuestión es que el cigarrillo hace que nos sintamos mejor, y que podamos abordar el estrés o los disgustos con más entereza. Fumamos, y hace que podamos abordar el problema con más cabeza. Veamos cómo plantearnos esto:

  • Si puedes con el cigarrillo, puedes sin él. Que los cigarrillos tienen nicotina, no suero de spiderman o superman. La capacidad de hacer frente a las cosas está en la persona, no en el cigarrillo; y es algo que debemos ver. Cuesta, porque nos hemos acostumbrado, y hemos asociado el pegar una calada con relajación. Claro... obviamente, estoy eliminando la sensación de mono de la nicotina, y me supone bajar el nivel de estrés. Pero realmente es algo que he provocado yo, y que no tiene nada que ver con afrontar la vida.
  • Si has decidido dejar de fumar, es normal tener momentos de flaqueza. Y obviamente con el tabaco hay dos momentos de flaqueza: grandes problemas y grandes eventos sociales. Cuando estés buceando en aguas cristalinas del Caribe no creo que te apetezca un pitillo con ansiedad desorbitada. Sin embargo, con las dificultades... Parece que hasta está justificado: es que mi situación es muy grave. Y... nadie lo va a dudar, ni te van a detener. Eres tú el que decide. Si decidiste dejar de fumar, eres tu el que debe tener fuerza y mantener la decisión. Una de mis recaídas fue con la muerte de mi abuelo. Pedí un cigarro, y me regalaron cartones. ¡Yo tampoco quiero ver sufrir a un amigo, y hago lo que me pida, aunque sepa que no es lo mejor! Mi consejo: piensa que recaes en un viejo error. Por mucho que te ayude instantáneamente, recuerda los malos momentos de dejar de fumar, y piensa si merece la pena volver a pasar por todo otra vez o es mejor afrontar las cosas por última vez. Es cuestión personal, sabes cual es la respuesta correcta, la cuestión es que la apliques.
  • Los dos puntos anteriores no servirán de mucha ayuda si realmente no estás convencido de dejar de fumar. Y aún en ese caso, puedes recaer. Recuerda siempre que estamos hablando de una droga que percibimos como menos nociva porque es legal. Como lo venden y no hay problemas... Las drogas chungas son las ilegales, como la coca, crack... Pero, el caso es que es una droga, que si tienes que dejarlo es porque ya estás enviciado -un señor que se ha fumado un pitillo no se plantea tener que dejarlo-y eres un drogadicto. Y, como te podrá decir cualquier drogadicto, una forma de evadirse de los problemas es la droga. Son ideas que hay que tener claras en la cabeza. No basta con decir tabaco=cáncer, tabaco malo... Si fuese así, no habría drogadictos de ninguna clase. Veámoslo desde otro punto de vista. Yo bebo alcohol, otra droga. Es verdad. Aproximadamente una caña al mes y un gin-tonic cuando es el cumple de alguien. Esta es mi dosis actual, más o menos. Me consta que el alcohol es muy adictivo, y que los alcohólicos tienen muchos problemas. Y que un consumo excesivo supone problemas hepáticos y posible muerte. Pero es que yo no tengo un consumo excesivo, y no me preocupa ir a un sitio y que me digan que no hay gin-tonic o cerveza. Vale. Pues un café, una fanta, o lo que me apetezca. No soy drogadicta. Puedo tirarme meses sin probar el alcohol, y no es por un ejercicio de voluntad, es simplemente que no me apetece, no hay ocasión, no procede... Aunque consumo esa droga, no soy drogadicta. Pero con el tabaco no es así. Lo uso como compensación de frustración, para matar el tiempo, para esperar, como forma de socialización... Obviamente, soy drogadicta, y tengo que dejarlo. Los momentos de recaída grave son los tiempos duros. Si no eres consciente de que eres drogadicto -aunque no sea la imagen que asociamos a un yonki- es muy probable que recaigas. Porque no ves la gravedad de tus propios actos.

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