viernes, 23 de agosto de 2013

La invasion de los zombies atómicos

Generalmente aquí publico otras cosas, pero dado que el cine malo es una faceta de mi vida, y que no quiero más blogs, voy a comentar por aquí algunas de las películas más truñeras que he tenido la suerte de ver.

Título: La invasión de los zombies atómicos
Otros títulos: Incubo sulla Città Contaminata, aka Nightmare City, aka City of the Walking Dead, aka Invasion by the Atomic Zombies
Director: Umberto Lenzi
Actores destacables: Francisco Rabal
Año: 1980.
Países: España e Italia.
Duración: 92 minutos.

Este año fue también el año de "Viernes 13" y de la excelente "El resplador", pero que nadie se confunda... La peli que voy a comentar no tiene que ver nada con las anteriores, salvo en el doblaje penoso que sufrió "El resplandor" en España..
Estamos ante un producto truño directamente. Actores malos (hasta Paco Rabal da pena), argumento inexistente, maquillaje malo, escenografía mala... No se salva nada. Y, sin embargo, es adictiva, y quieres ver qué va a pasar al final. Pero claro, cuando no hay argumento, no hay final y resulta que... Pero vayamos por partes:

¡¡SPOILERS!!

Los zombies: Olvídense del zombi clásico reumático con babas verdosas, ropa ajada, y cara purulenta. Imaginen más bien un ser humano con plastón duro de chocolate a la taza en la jeta, y listo. Y además, déjense de zombis lentos... Estos corren como conejos, estrangulan por la espalda, apuñalan, conducen coches, disparan cualquier arma sin dudar en cómo se mete el cargador, sabotean instalaciones eléctricas, y dirigen los ascensores a la planta donde están concentrados para poder comerse a sus incautas víctimas. Además, son estrategas consumados, plantean emboscadas, y si todo sale mal, te esperan sentados en tu propio coche mientras se pimplan una botella de Dyc.
¿Cómo llegamos a esta genialidad de zombis? Una radiación atómica los ha modificado, y se han vuelto vampiros... Porque estos zombis no comen carne, sino que chupan sangre, por un tema de hemoglobina. Lo explican en la peli, pero mi cerebro, aún en estado comatoso por las primeras escenas, se resistió a asumir la explicación como tal. Vamos, que a poco más mi cerebro se pasa al whisky Dyc con los zombis. Hay una explicación, pero es tan idiota, que mejor ni intento reproducirla.
Por cierto, si los zombis atacan a chavala, hay un orden de acción: primero se la desnuda de cintura para arriba y luego se la apuñala. No siempre lo cumplen a rajatabla... supongo que por no ser calificada como peli porno.

La ambientación: Nos insinúan que es una ciudad americana. A mi me parece Madrid Norte en los 80, todo plagado de seiscientos cutres, y hasta con algunas edificaciones emblemáticas de esta ciudad. La entrada de la peli, con esas tomas, hubiera servido perfectamente para algún episodio del nodo. ¿O habrán reciclado algún episodio del nodo para ahorrar en presupuesto? La duda me corroe.

Los protagonistas: Bueno, actores de baratillo en general. No sé cómo engañaron a Francisco Rabal para participar en esta película... O el hombre necesitaba dinero urgentemente, o le chantajearon bloqueándole la cuenta. Porque la participación en este engendro es bastante más dolorosa que unas fotos con unas gachís en un club de striptease. Actuaciones acartonadas, con la misma pasión que yo puedo poner en interpretar a Cenicienta. Diálogos para besugos. Situaciones para anormales... Realmente los únicos normales son los zombis, y la coherencia está en este bando. Los humanos son gilipuertas, directamente. Y con menos neuronas que una castaña pilonga.

El argumento: A ver si me he enterado bien de la peli... Un periodista va al aeropuerto a entrevistar a un científico atómico. En ese momento llega un avión no previsto, y allá va nuestro colega y siete coches de policías, militares y ambulancias. Total, que rodean el avión (un hércules C-130, ojo al dato), y cuando lo abren, sale el científico nuclear tranquilito... Para tres segundos después convertirse en una especie de bestia parda que apuñala todo lo que se menea. Detrás del científico salen otros tantos zombies con bastante más chocolate a la taza reseco por la cabeza. Desarman a polis y militares, y acuchillan a todo. Nuestro prota se larga a la tele, para dar la exclusiva, pero ni un militar ni el director de la cadena le dejan emitir la exclusiva. Aquí tenemos el argumento ya dividido... Por un lado el periodista intentará localizar a su mujer y huír con ella. Por otro el militar intentará localizar a su hija y ponerla a salvo. Por otro, Paco Rabal será avisado, e intentará detener a los zombis, y cuando no pueda, salvar a su novia/amante/mujer.

La trama: Bueno, esto es un cachondeo padre... La acción es rapidilla, y no te da tiempo a dormirte en el asco, pero vamos... Hay un momento en que el periodista y su mujer se quedan sin gasolina. Vale, gasolinera al canto. El marido entra a investigar y no ve zombis. ¿Qué harías? ¿Echar gasolina y salir zingando? ¡¡¡NNNOOOO!!! Es mejor prepararse unos bocatas, un buen café, y dedicarse a filosofar sobre lo negativo del impacto ecológico de la energía nuclear en el bar de la gasolinera. 
Otro ejemplo: os refugiáis de los zombis en un parque de atracciones (si, Zombieland no era original del todo en algunos aspectos, aunque se la curraron más), aunque no sabeis cuándo os van a caer encima, a juzgar por los cadáveres dispersos. Veis un jeep. ¿Qué hacéis? ¿Acercaros a ver si arranca, y en caso positivo, salir zingando? ¡¡¡NNNOOOO!!! Es mejor decirle a la mujer que te espere de pasmarote de pie a quinientos metros, acercarte tu al jeep, y cuando te giras para controlar que el pasmarote sigue en su sitio, tener que recoger un arma de las tiradas por el suelo y disparar al zombi que está detrás de tu mujer. Con eso atraerás a más. tu mujer tendrá que correr los 500 metros lisos a toda pastilla, y luego seguís corriendo, porque eso de coger un jeep es malo, contamina etc.

La banda sonora: Muy del cine italiano de la época... He de decir que no me dijo nada, así que a lo mejor es lo único decente. Estuvo a cargo de Stelvio Cipriani. Desde luego, es lo que mejor nota se lleva.

El final: Como no sabían cómo terminar el bodrio, el final resulta que es un sueño del periodista, que despierta, le dice a su mujer que ha tenido una pesadilla, se viste, va al aeropuerto... Y vuelta a empezar con las escenas del comienzo. La verdad, tanto rollito ecológico, antimilitarista y buenista no podía tener un final bueno. Mi máxima curiosidad era saber qué puñetas iban a hacer los guionistas, pero se ve que el peyote se les terminó justo antes de redactar el final.

¡¡FIN DE SPOILERS!!

En resumen, producto basura, que tuvo suerte de no ser la peor película del año, porque de este año tenemos Apocalipsis canibal, que reservo para otra ocasión. Si estás depre, es una peli interesante, porque tetas salen a patadas. Sello italiano, supongo... También te mantiene enganchando por ver cual es la próxima abominación de la estupidez humana a la que te vas a enfrentar... Si tienes un día normal, ni la veas. Estas cosas son muy perjudiciales para la salud. En cualquier caso, cine-truño en estado puro...

2 comentarios:

  1. ¡Juas juas juas!
    Se supone que los esos, los zombies, son cadáveres que se levantan y dan la brasa, pero que tampoco no pueden ir muy lejos, ni mucho menos correr como liebres ni pensar, al carecer de cerebro.

    Puede conseguirse que un cadáver se incorpore en su camilla mediante estímulos eléctricos, pero nada más, de ahí sentado no se mueve.
    ¿Cosas raras para revivir cadáveres? Vale, pero sin cerebro es imposible, así que lo de esas pelis no tiene pies ni cabeza.

    No sabía que el gran Paco Rabal hubiera caído tan bajo, ¡por Tutatis!

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  2. Mmm... Ten en cuenta que éstos se convierten en zombis por radiación atómica. Es decir, se supone que van en un vuelo y son sometidos a radiación atómica. ¿Bombardean el avión? ¿Se comen bomba de neutrones por el camino porque les picaba el gusanillo? Eso es una incógnita... La radiación les provoca, según palabras del "médico militar" (Coronel Fred Donald, del Instituto para la investigación de radiaciones atómicas. Es horrible que después de tanto tiempo todavía lo recuerde)... La radiación ha convertido a las personas en superhombres; sus cualidades vitales han sido potenciadas. La contaminación les ha hecho perder los glóbulos rojos (todo tiene pegas), y por eso se dedican a morder a sus víctimas y chuparles la sangre. Por lo demás, son indestructibles, si te tocan te contagian la radiación (no preguntes cómo que no lo explican) y la única manera de que paren quietos es volarles la tapa de los sesos. ¡Pero ojo, eso no los mata! Sólo los para. Lo que no sé bien es que pasa entonces, porque ellos salen con un cadáver (o eso dicen) al que le han volado la tapa de los sesos, con lo que se debe deducir que sigue vivo, ¿no? Ya decía por ahí que las explicaciones médicas son un tanto "ramitas" y que mi cerebro se negaba a asimilarlas... Eso si, el cerebro no las asimila, pero las recuerda que me da asco y todo.

    No me preguntes por el tufillo ecoloprogre de la peli, porque es bestial. Te juro que he visto hippies de los 70 menos radicales. Entre rollo atómico=malo, pacifismo=bueno, no matar=bueno y otra serie de igualdades gratuítas, puedes quedarte en el sitio del susto.

    En cuanto al pobre Paco Rabal y Mel Ferrer, que también estaba por aquí... No debemos olvidar que los actores de entonces no son como los de ahora, haciendo una generalización que no es justa con muchos actores. Entonces se cogía lo que te ofrecían, sin ponerle muchas pegas, porque vivían de trabajar, y no de los derechos de imagen de una foto de cuando tenían 18 años, o de subvenciones. Así que Rabal trabajaba en lo que le echaran. Y lo mismo con otros actores, como Michael Caine (famoso por buen actor como por bodrios variados), Stallone que empezó en el porno y un largo etc.
    Por otra parte, la peli en sí no es tan mala como la pinto, siempre y cuando tengas buena imaginación y te guste una barbaridad el cine. De hecho, es la base de Planet terror de Quentin Tarantino y Robert Rodríguez. Si te he de ser franca, en la nueva versión americana se nota más humor y muchos mejores efectos especiales y actores, pero como idea, me gusta más la antigua. Si en esta peli hubieran tenido un poco más de presupuesto para efectos especiales, y Rabal hubiera hecho el papel de periodista, la cosa habría ganado una barbaridad. Pese a todo, no te engañes: peli de culto para cinéfilos que aprecian las buenas ideas aunque estén lastradas por un presupuesto ridículo, algunos actores horrorosos, y otros muy buenos en un papel que no les pega. De todas formas, hay veces que creo que la cara de estupor de Rabal es real: está flipando a colores y su cara viene a decir... "lo que hay que hacer para vivir". Obviamente, esta expresión en una peli de zombis, no desentona precisamente. :-)

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