sábado, 4 de septiembre de 2010

La anemia me ha dejado hecha polvo. Ya sabía que tengo, llevo desde los 15 años con anemias perpetuas, que se consiguen reducir con pastillitas. El caso es que llevaba unos días muy cansada, y fui a hacerme una analítica, pensando que con suerte iba a ser por el catarro. Pues no, pese a haberme puesto ciega a barbacoas de carne en EE.UU. es una anemia brutal.
Eso casi me da de rebote depresión, ¿como se puede tener anemia cuando te has puesto ciego a carnes de todos los tipos? ¿Qué puñetas me pasa, que no asimilo el hierro? Ahora sí que me siento cansada, con ganas de tomarme mil mierdas (y ya me he saltado demasiado la dieta) mientras me tumbo en el sofá, a meditar sobre qué me pasa.

Hoy toca fiesta familiar. Espero pasármelo bien, y poder volver pronto a vegetar frente al televisor, viendo algún dramón de mierda. Sé que no es precisamente lo más sano, pero tal y como ando, me va a sentar bien...

4 comentarios:

  1. Pufff... lo de la anemía es jodido. Yo también la tengo, aunque en mi caso es normal, puesto que como -cuando como- una vez al día y apenas un bocado para acallar al pesado del estómago.
    No me apetece comer, me repele. Y a pesar de esto, no estoy precisamente en los huesos, con lo que no hay quien entienda nada.
    Como lo que cuentas, si te has puesto las botas con barbacoas...

    Una cosa sí, yo no me tomo nada. Tengo aversión a los medicamentos y paso totalmente de ellos. No son más que drogas que a saber si te dejan peor porque con el tiovivo que se llevan los laboratorios para vender, me fío menos de ellos que de un gitano en el mercado.

    Espero que te lo hayas pasado bien en la fiesta familiar y en cuanto al panching, no te cortes porque es lo mejor en estas condiciones. Aunque... ¿has dicho para ver dramones?... ¡Quiá!, pon acción. Bofetadas por aquí y por allá. Patadas, ensalada de tiros... Verás como te animas enseguida ;D

    ResponderEliminar
  2. La fiesta de vicio, gracias. En cuanto a los medicamentos, yo tampoco soy de tomar. Creo que son para cuando ves que tu organismo no responde, y no te queda más remedio que darle una ayuda extra (que probablemente te deje el hígado al pil pil, pero bueno). Esta vez parece que no me queda escapatoria, así que tendré que ponerme a tomar las pastillitas todos los días, y a ver si en dos meses dejo los niveles aceptablemente.
    En cuanto a los dramones, hay una explicación lógica. De entrada es un género que no veo por voluntad propia, a no ser que sean películas de Akira Kurosawa o cosas así. No me va el llorar gratuitamente. Pero... Si ando un poco fastidiada, me sirve de bastante ayuda ver los problemas de otros (aunque sea ficción. De hecho, prefiero ficción) porque generalmente con la distancia los solucionas a la primera. Digamos que me ayudan a pensar, y a dejar de darle vueltas a la cabeza. Si me pongo una de acción, lo que consigo es reafirmarme en mi misma, y decidir que ya está bien de mariconadas, y que yo soy Harriet la Sucia, que quiere acabar con tanto caradura a base de pistola cargada y alégrame el día... Y mientras lo escribo suena tan seductor y tan apropiado, decirle eso al asno de la Moncloa, mientras le ofreces un papelito donde dice que dimite y convoca elecciones anticipadas... Mis problemas no se iban a solucionar, pero anda que no iba a aumentar la venta de champán, y más de uno se iba a alegrar...
    Mejor sigo con mis dramones, que para como me encuentro, me van más...

    ResponderEliminar
  3. Vegetar frente al televisor es uno de mis intereses pero cuando llevo un rato me deprime, me canso... Siento la anemia en el espíritu. Pero bueno. No te deprimas. Mientras sólo se trate de tomar unas pastillas un tiempo...
    Es seductora la idea de eliminar a tiros lo que no te gusta. Eso sí anima bastante.

    ResponderEliminar
  4. Si, lo de los tiros anima siempre. No es que me guste deprimirme, pero es que llevo una racha pésima, y las pastillas siempre se me olvidan... No es mi mejor momento precisamente. Sin más.

    ResponderEliminar