sábado, 11 de junio de 2011

Enfermedades y otros imprevistos...

Bueno, una mierda de catarro (¡y he perdido la cuenta este año de catarros e infecciones!) me ha dejado toda la semana medio vegetal, con ojos llorosos y la neurona inoperativa. Excepto el miércoles, con reunión de amigas, y charla de lo más divertida.
Así que he podido observar cómo me arrollaba el tren de mis planes. Medio dopada, he ido haciendo cosillas, y aunque todavía me queda bastante pendiente, al menos no ha sido una semana improductiva. Eso si, sigo tan lejos de saber lo que quiero como lejos estoy de la estrella polar. Las ideas están ahí, en la cabeza, veremos si se materializan en algo. Porque tampoco sirve para nada tener ideas si te las cortan en su realización. Así que... sigo en este limbo de sueños, esperando poder subirme a alguna ola, y a ver si la cojo bien para irme a la orilla.
Mientras, enfermedades y otros imprevistos andan fastidiándome, como siempre. Entre leyes de Murphy y las zancadillas del diablo cósmico, hay bastante. Supongo que luego a la tarde buscaré solucionar mi problema con un buen ron en una terracita. A fin de cuentas, los imprevistos tienen algo bueno, y es que te enseñan a apreciar el paisaje. Y aunque no soy optimista, alguna cosa tendrá que salirme (que si no sale nada ya no es ser pesimista, es ser gafe de narices) para septiembre... Sea lo que sea, hará que no tenga un momento de relax mirando el paisaje. Ahora es ese momento, así que iré a por él.

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