domingo, 4 de diciembre de 2011

Agobios

Hale, son las 03:30 am, no puedo dormir, y ando leyendo como una histérica. Me está entrado complejo de subnormal profunda, cuanto más leo más dudas, más preguntas y más tengo que leer. Vamos, cabeza hueca total, que si me dan un golpe resuena más que una campana de bronce pulido.
Hablaba por teléfono hace unas horas con un amigo (de 22:00 a 23:00, no me gusta molestar), y según le iba contando lo que tengo pendiente, el tío se meaba de risa. Al final, un poco mosqueada, le pregunto qué le hace tanta gracia. Y me ha dicho que tal y como estaba hablando, lo que le contaba etc le recordaba a Scrat. Para los que no sepan quien es el personaje:
Creo que la imagen habla por si sola. La bellota no sé si es mi cerebro, que lo busco y lo intento conservar. Aunque podría ser que simplemente sea igual de metepatas que la ardilla. La comparación es graciosa, hasta yo me he reído. Pero sí que es verdad que me empiezo a sentir un poco como Scrat. Y creo que a cada día que pasa me parezco más a él en la expresión.
No sé muy bien qué hacer para lidiar con mis agobios. Tampoco voy a pormenorizar por aquí todo lo que llevo leído, y mucho menos lo que me queda por leer/hacer. No es interesante, y es demasiado largo. Pero nunca hubiera pensado que hacer un Máster me fuera a dar tanto curro. Recuerdo ahora que me decían las amigas que a ver si pillaba con algún tío que mereciera la pena. Je, pues como no me ligue a un bibliotecario o al camarero que me da de comer en la cafetería, chungo pastel. De hecho, creo que hasta tendría problemas de poder hacer uso de un vibrador si lo tuviera, por falta de tiempo. Como para meterme en el manejo y comprensión de hombres... Eso queda en la bandeja mental de "desparrame", bandeja en donde quedan todos mis planes locos, aquellos a los que les dedicaré tiempo cuando lo tenga.
Y también recuerdo que le decía a un amigo hace un mes, que mal tenían que ponérseme las cosas con el Máster si no me quedaba tiempo para componer música. Bueno, pues no queda tiempo. Hombre, podría no haber visto hoy "El vuelo de los dragones", peli de dibujos animados de 90 minutos, y no haber hablado tanto con la familia por teléfono. Claro que también podría volverme loca si no hago paradas. Queda pendiente después de hablar con la family hacer algunas cosas, entre ellas enseñarle el puto golpe de arco chopped a mi tío, que ya me resulta muy triste que no sepa hacerlo. Aunque palme en el intento, pero que lo vea y lo repita conmigo, por lo menos en las formas más simples. Y terminar la pieza que me pidió. Y ampliar sus conocimientos de improvisación, que por lo que me ha dicho, están bastante estancadillos.
¿Saben qué es lo más triste de toda esta historia? Que no enseño violín, que en mis vacaciones (si las tengo, porque todavía no he empezado con la tesis, próximo caballo de batalla al que le oigo galopar desbocado la semana que vien... digo, ya) me quiero volver a EE.UU.  a estudiar violín en los cursos intensivos de una semanita que tanto me gustan, y que esto del Máster me está gustando tanto que me planteo seriamente la tesis doctoral. Eso indica varias cosas: masoquismo de un grado bastante alarmante, pésima relación con la sociedad a la que evito refugiándome en libros, y chifladura generalizada. Necesito un bar, un gin-tonic de Magellan/tree fever (si, justo eso, no me dejen comentarios sobre mi esnobismo que no estoy para bromas), samba, y que nadie me dé el coñazo al día siguiente. Y no, no me hace falta un tío. No tengo ganas de proposiciones interesantes que me obliguen a pensar dónde están los condones en el bolso, y a mirarle el aparato con lupa para descartar ladillas y enfermedades venéreas. ¿Saben cual es el plan ideal? Escapada a un balneario que me conozco, sencillito, con buenas masajistas, y bar de cócteles  según se sale. Ficho el viernes a la noche, salgo el domingo a la tarde... Je, ya tengo solución a mis desequilibrios. Ahora a ver a quien atraco para tener pasta para aplicarla solución.

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