Sigo con la tarea de señalar aquellos individuos y/o comportamientos que son odiosos en sí mismos.
- Estoy hasta el alma de esos seres que denominaré "ventiladores de mierda". Esta gente que se mete en berenjenales, pero decide que cuantos más metan, a menos responsabilidad (sobre todo económica) toca.
- Estoy hasta el alma de los "lanzadores de penaltys amateurs". Esta gente, similares a los de arriba, creen que con decir que la culpa fue del cha, cha, chá y que es que llueve y tengo dolor de cabeza y Fulano no hace su trabajo, queda todo resuelto. Incapaces de asumir errores propios, saben lanzar todas las patatas calientes-balones hacia la portería de otros con una patada fulminante. Y encima les compadecemos.
- Estoy hasta el alma del rentista, individuo que no ha pegado un palo al agua en su vida, y que se quejan de todo. Viven de rentas (los menos); de dinero que cobran en negro por trabajos en los que no hacen nada (esos abundan más); o de la pasta que les pagan por estar de baja en empresas que no sé muy bien en qué coño andan pensando (lo más habitual). Para todo tienen una teoría chorra que no sirve para nada, generalmente suelen defender teorías socialistas, y siempre verán que los demás están mal y equivocados, y son los demás los que tienen la culpa de todo lo malo que... ¡les aqueja a ellos!
- Estoy hasta el alma de los que reúnen en sí mismos las tres tipologías arriba descritas.
En resumidas cuentas, que tú también le tienes asco a los soziatas, bien, bien...¿y quién en su sano juicio no los correría a latigazos?
ResponderEliminar¡Je, je, je! Aunque entre los socialistas abunden personajes de estas tipologías, desgraciadamente me los he encontrado de todos los colores políticos habidos y por haber. Obviamente con la que está cayendo, es presumible que el ataque sea a los socialistas, pero no va sólo a ellos. Últimamente me he topado con demasiados personajes de esta calaña, y como ando quejica y susceptible por todo, al menos me desahogo un poco. Porque otra opción es correrlos a boinazos, como sugieres, y eso es algo que no va conmigo. Hace tiempo que comprobé que la violencia suele engendrar más violencia... Para combatir a estos individuos hay que desenmascararlos en público. El problema es que el público, achorrado en su estupidez, aplaude estos comportamientos y lincha al desenmascarador, superando la escena de los Monty Python del apedreamiento en la peli "La vida de Brian".
ResponderEliminarMi experiencia es que aunque la calidad moral en función de la ideología política no es una variable exacta, digamos que...como norma general la moral de los seguidores del PSOE (sobre todo los que son soziatas como quien es del Real Madrid) es bastante más laxa que la de los seguidores de otros gurpos políticos. La violencia, si es fulminante, no engendra más violencia...ejje la escena del linchamiento de "la vida de Brian" es muy buena, pero me gusta más la de la bruja en "Los caballeros de la mesa cuadrada"
ResponderEliminar:-P La de la bruja está genial, si. Pero a mi se me quedó grabada en la pelota la de Brian. :-) En lo de la moral de acuerdo, pero siempre que incluyamos esa coletilla de "no es una variable exacta". Y en cuanto a la violencia, no sólo ha de ser fulminante para que no engendre violencia, sino que además te tienen que haber tocado ya tantísimo la moral que hasta Gandhi apruebe tus métodos. Yo lo digo por experiencia, pocas veces me ha gustado llegar a defenderme, pero las poquitas que lo he hecho, encima me han cargado el sanbenito de abusona.
ResponderEliminar- Claro, la tipa esa como es alta, fuerte y sabe que puede...
- ¿Y por eso tengo que aguantar al tocapelotas de turno? ¿A que si en vez de ser un gigante de 100 kilos soy Penélope Cruz ya me hubierais sacado la cara? Pues la diferencia entre ambas son sólo eso, 50 kilos de peso y medio metro. Si sólo por eso tengo que aguantar más que ella, apaga y vámonos.
- Es que puedes defenderte, pero la otra no.
- Pues explícaselo a Van Damme, que es un puto tapón. A ver qué te dice sobre esa discriminación a los bajitos...
Eso, me lo he comido ya demasiadas veces. Desde entonces ya ni me meneo. Siempre hay una excusa para que lo que tu calificas como defensa se vea como violencia gratuita.