miércoles, 7 de septiembre de 2011

Cuenta atrás...

Ando ya con la cabeza puesta en el master. Si, curiosidades de la vida, de momento sólo ando pensando en lo que llevo y dejo, y cosas necesarias. Hoy he organizado el botiquín. Puede sonar tonto, pero no me gusta tener que mendigar una aspirina a las cuatro de la madrugada, o andar histérica porque no tengo una tirita y me he hecho una escabechina con un padrastro. Eso por no hablar de algunas cosas que son básicas para mi, como pastillas para reacciones alérgicas por comida (no es nada del otro jueves lo que me pasa, y me da pocas veces, pero al menos de arrascarme como un mono pulgoso) zovirax para los herpes etc.
Mañana probablemente me meta con la sección cables (ya se sabe, regletas/ladrones de enchufes, conectores de aparatos etc.) y zapatos (no me he llevado ninguno) y así hasta el sábado, día oficial de mudanza definitiva.
No tengo ni idea de lo que me encontraré allí, aunque sí tengo claro lo que dejo aquí. Y si lo escribo no es por crueldad, ni por andar haciendo el ganso, es simplemente un recordatorio, para que a la vuelta recuerde buscar aquello que realmente importa, y esquive aquello que me es claramente supérfluo:


  • Dejo a la familia. Con todo lo bueno y todo lo malo. Pero es mi familia, y pese a todos los adelantos tecnológicos, seguro que echo de menos las comidas familiares.
  • Dejo a mi gato, el cariño incondicional de una mascota. Duro, pero sobre todo para él.
  • Dejo la vida cómoda de ser "hija de" y la de puertas que eso abre. Sobre todo a la hora de hacer trámites en bancos o al ir al súper y descubrir que te has dejado el monedero.
  • Dejo amistades, las buenas, las mediocres y las agriadas por el paso del tiempo.
  • Dejo el bar de al lado de casa y lo que eso significa: que si me agobio ya no puedo irme a tomar una copa con tranquilidad con conocidos locales. 


Supongo que dejo muchas más cosas, pero ahora, ya a contrarreloj, son éstas las que me vienen a la mente. Habrá que adaptarse o "morir". Puede parecer un listado tonto, pero realmente lo que resume es que mi sensación ahora es de "voy a la aventura" porque tampoco tengo 18 años. Cuando peinas alguna cana suelta y obviamente eres mayorcita de edad hace algunos años, la comprensividad y la tolerancia se escapa (normal, por otra parte) y tienes que buscarte la vida. Pero que nadie se engañe, ni hay miedo ni arrepentimiento. Debía haberlo hecho hace ya un par de años, y lo qe hay es ganas de ver qué pasa, y de hincarle los dientes a todo. Dientes, garras y lo que haga falta. Porque, siempre se me ha quedado grabado a fuego lo que dijo uno de mis profes de la uni, que era más bien un amigo: "la vida consiste en solucionar problemas." Bien, me gusta estar viva, y si los problemas no vienen a mi, los crearé yo misma. O eso, o convertirse en un zombi de esos que tengo por amigos, cuya máxima preocupación es saber cual será el próximo vino que se tomen cuando salen a potear, o la siguiente copa de la noche.

2 comentarios:

  1. "La vida consiste en solucionar problemas". Excelente y atinada sentencia porque así es, efectivamente.
    Tienes que hacerlo desde que naces hasta que mueres, de lo contrario es lo que dices, quedarte como mero zombie, esperando que otros lo hagan por ti.

    Por esto no paro nunca, metiéndome en todos los fregados como me dijo alguien hace años. Así me siento viva, activa.

    Vaya, te quería preguntar por el gato y siempre se me olvida.
    Pobre bicho, te echará en falta. Pero al menos se queda en su casa, en su habitat habitual y pensará que sólo es una de tus ausencias acostumbradas. Los animales no tienen noción del tiempo, así que no te preocupes.

    Me alegro de tu decisión :)

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  2. Chica, es que esa frase se me quedó grabada. Y francamente, como comento, si tu máxima preocupación es saber a qué bar vas a mamarte, es que no eres ser humano... Ese tipo de cosas son para vacaciones, para cuando necesitas descansar, pero el día a día necesita dinamismo, o te aletargas y te vuelves un bobo.
    El gato no podía llevarlo, así que en casita. Supongo que cuando venga se calmará. Y le ahorro cambios, que dicen que es lo que peor llevan los gatos en general.
    Gracias, si a ti te alegra mi decisión, no sabes las ganas que tengo yo de llevarla a cabo. Para lo bueno y malo. Jo, de verdad, estaba ya muy agobiada aquí con todo. Además, proyecto que empezaba, proyecto que se estancaba. Que si la familia, las amigas, la lluvia, y al final no hacía nada, sólo esperar a ver si encontraba trabajo. Y así no se puede estar...

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