jueves, 8 de septiembre de 2011

Sorpresas buenas...

Esta entrada podrá perecer una tontería, pero francamente, a mi me ha animado. Cuando salgo de clases de idiomas, paso siempre por la fnac. Está en mi camino, y me gusta cotillear las secciones, aunque luego salga frustrada por no tener dinero.
En mi visita de hoy me he pasado por la zona de periféricos de ordenadores. Mi escáner-impresora me anda dando problemas. Sobre todo el escáner. La verdad es que fue un regalo, y por eso no me quejo, pero a mi no me gustan estos chismes multifunción, que cuando se te avería o te da problemas una cosa, te quedas sin el resto. Total, que me encamino a echar un vistazo a impresoras y escáneres, sobre todo escáneres, para ver qué hay.
De repente veo un escáner de mano, de esos que lo deslizas tu por la página a un precio razonable teniendo en cuenta un vale de descuento que tenía. Mis dudas en estos chismes vienen por referencias: o pasas el escáner muy bien o no sale bien la copia.
Miro el aparato, la caja es enana, el precio asequible... Bueno, pues si no sirve, tampoco he tirado tanto dinero. La alternativa es tirarme dos horas configurando el chisme que ya tengo. Además, para libritos gordos y pequeños seguro que me va mejor que el tradicional... Y además, no trama gran cosa.
He llegado a casa y lo he mirado. El manejo más sencillo que el de un paraguas plegable. Te da un software, pero te dice que no es necesario, cortesía de la casa si quieres andar enredando... Obviamente no lo he instalado, cuanta menos mierda mejor. Le pongo las pilas, y me dispongo a probar a ver qué tal se porta. Mis esperanzas eran bajitas, así que he cogido una partitura, me la he apoyado en la pierna y escaneado con la derecha, mientras que con la izquierda miraba algunas cosas del ordenador. Según termino, conecto el chisme, miro lo escaneado... ¡Perfecto! La primera vez, con una mano, y un apoyo chungo. Obviamente no tiraré mi anterior chisme, pero desde luego este ha superado con creces mis expectativas. Y ya me he puesto al día con escaneos pendientes, mientras veía la tele.
Obviamente el chismecito me va a acompañar a todos los sitios, porque es un ahorro en fotocopias bestial, y porque en una biblioteca, si veo algo que necesito (y con un master para empezar en 10 días, seguro que necesito cosas) no tengo que andarme que si préstamos, sacar el libro para fotocopias... No, me lo guiso allí y a correr. Menos molestias para mi, para el resto de gente que necesita consultar, y para el medio ambiente.
Vaya ahora por delante que no creo en premoniciones, ni es signos ni en chorradas variadas. Pero francamente, con la racha que he tenido de amigos dando la turrada, falta de trabajo y agobios varios, me queda el regusto de premonición, de que he acertado con el rumbo que he tomado. Y de que las cosas irán bien. A peor no creo que puedan ir, de entrada. Y de segundas, llevo una buena racha, sobre todo desde que tomé la decisión de apagar mi móvil y si me preguntan (no sé como, está "roto" y no se pueden comunicar... ¡je, je, je!) decir que se ha roto y que no tengo pasta para uno nuevo. ¡Zas! Corte ya con las chorradas de otras personas fulminante. Nuevas experiencias a la vista, reto intelectual, y encima hasta compro aparatos a buen precio que finalmente superan mis expectativas...
No diré que la vida me sonríe con simpatía; para poder decir eso supongo que me haría falta casa, independencia económica y tal vez un novio (aunque no me preocupa lo último, si no me da eso, no me quejo), pero al menos se ha quitado la jeta de amargada cabreada, y me deja un respiro agradable. Simplemente delicioso.

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